Monday, February 10, 2014

RAFAEL ALBERTI

Rafael Alberti Merello


 (El Puerto de Santa MaríaCádiz16 de diciembre de 1902 - ibídem, 28 de octubre de 1999) fue un escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la Generación del 27. Está considerado uno de los mayores literatos españoles de la llamadaEdad de Plata de la literatura española,1 cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos. Murió a los 96 años.
Tras la Guerra Civil Española se exilió debido a su militancia en el Partido Comunista de España. A su vuelta a España, tras el fin de la dictadura franquista, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985.2
Publicó sus memorias bajo el título de La arboleda perdida.3

Biografía[editar · editar código]

Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano que se dedicaba al negocio del vino en Cádiz. Tuvo una infancia despreocupada y libre de tutela hasta que es ingresado en el colegio de jesuitas San Luis Gonzaga del Puerto donde recibió una educación estricta y tradicional.
La atmósfera asfixiante y la disciplina chocaban con el espíritu del joven que empezó a obtener malos resultados académicos, siendo expulsado en 1916 por mala conducta. No superó el cuarto año de bachillerato.
En 1917 se traslada a Madrid con su familia. Rafael decide seguir su vocación de pintor demostrando gran capacidad estética para captar elvanguardismo de la época. Consigue exponer en el Salón de Otoño y en Ateneo de Madrid.
En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yaciente de su progenitor Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta. Una afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro comienza a trabajar los versos que luego formarían "Marinero en tierra".
Restablecido regresa a Madrid donde empieza a frecuentar la Residencia de Estudiantes y se rodea de otros poetas. Conoce a Federico García LorcaPedro SalinasJorge GuillénVicente AleixandreGerardo Diego y otros jóvenes autores que van a constituir el más brillante grupo poético del siglo XX.
En 1925 recibe el Premio Nacional de Poesía por "Marinero en Tierra"4 convirtiéndose en una figura preeminente de la lírica española.
En 1927, con ocasión del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora, aquel grupo de poetas decide rendir un homenaje en el Ateneo de Sevillaal maestro del barroco español. Aquel acto supuso la consolidación de la llamada Generación del 27, protagonista de la edad de plata de la poesía española.
En los años siguientes Alberti sufre una crisis existencial debida a su delicada salud, sus penurias económicas y la pérdida de la fe. La evolución de su conflicto interior se manifiesta en su poesía de estos años. Prueba de fuego de la que renacerá con nuevas convicciones e ideales. Nace el Alberti comprometido con la política, en plena dictadura del general Primo de Rivera. Participa en revueltas estudiantiles, apoya el advenimiento de la Segunda República Española y se afilia al Partido Comunista. Para él, la poesía se convierte en un arma necesaria para sacudir conciencias, una forma de cambiar el mundo.5
En 1928 se encontraba viendo la final de la Copa del Rey de Fútbol entre el FC Barcelona y la Real Sociedad donde destacó el portero culé Franz Platko. El poeta le dedicó un poema por su espléndido partido.6
En 1930 conoce a María Teresa León con la que fundaría en 1933 la revista revolucionaria "Octubre". Viaja a la Unión Soviética donde asiste a una reunión de escritores antifascistas.
En 1936 estalla la Guerra Civil. Durante este periodo Alberti fue miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas junto con otros autores como María ZambranoRamón Gómez de la Serna,Miguel HernándezJosé BergamínRosa ChacelLuis BuñuelLuis CernudaPedro GarfiasJuan ChabásManuel Altolaguirre entre otros. En su actividad, además de la propiamente cultural, se hicieron manifiestos, charlas y llamamientos contra el ascenso del fascismo que representaba el Ejército sublevado de Franco, así como la realización de boletines y publicaciones entre las que destacó El Mono Azul. Rafael Alberti colabora en salvar los cuadros del Museo del Prado de los bombardeos, acoge a intelectuales de todo el mundo que apoyaban a la República y llama a la resistencia del Madrid asediado recitando versos que se difunden hasta los frentes de batalla.
Tras la derrota republicana, Alberti y María Teresa León se ven obligados a exiliarse. Se trasladan a París hasta que el gobierno de Pétain les retira el permiso de trabajo por ser considerados comunistas peligrosos. En 1940 y ante la amenaza alemana, se embarcan en Marsella a bordo del "Mendoza" rumbo a Buenos Aires donde llegaron el 2 de marzo de 1940. Vivirán en Buenos Aires y en la estancia El Totoral de Córdoba. En Argentina nace su hija Aitana 7 , en Chile serán acompañados por Pablo Neruda.
A partir de entonces Rafael Alberti vive un largo exilio que le llevará a Buenos Aires, Punta del Este y Roma. No regresa a España hasta 1977, después de la muerte del dictador Franco. Ese año es elegido como diputado al Congreso en las listas del Partido Comunista, pero no tarda en renunciar al escaño porque lo que desea es estar en contacto con el pueblo.8
A partir de entonces asiste a recitales, conferencias y homenajes multitudinarios. No consiguió sillón en la Academia, pero obtuvo Alberti el mayor reconocimiento literario, el Cervantes, que se adjudicó en 1983. Antes había sido distinguido con galardones internacionales como el Lenin de la Paz (1965) y el premio Roma de Literatura (1991), además del Nacional de Teatro (1980). Renunció al otro gran galardón de las letras españolas, el Príncipe de Asturias, debido a sus fuertes convicciones republicanas.
El 28 de octubre de 1999 murió en su casa de El Puerto de Santa María, en su pueblo natal. Sus cenizas fueron esparcidas en el mismo mar de su infancia, aquel que cantó en su obra "Marinero en Tierra".

La Poesía de Alberti[editar · editar código]

Cabe distinguir cinco momentos en la lírica albertina: popularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia.
El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra, donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal. En La amante (1926) refleja sus impresiones por distintos puntos de Castilla (Santo Domingo de SilosAranda de Duero, la Ribera del DueroBurgos...) donde viajó con su hermano, representante de vinos y sus derivados. A esta obra le siguióEl alba del alhelí (1927). El poeta se sitúa en la tradición de los Cancioneros, pero desde la posición de un poeta de vanguardia.

Rafael Alberti 1978.
En un segundo momento, una nueva tradición sucederá a la cancioneril: la de Góngora. El resultado es Cal y canto (1929, pero escrito entre 1926 y 1927). El gongorismo está en la profunda transfiguración estilística a que se someten los temas. En este libro aparecen unos tonos sombríos que anticipan a Sobre los ángeles (1929, pero escrito entre 1927 y 1928).

Santiago Carrillo (1915-2012) - Rafael Alberti (1902-1999).
Sobre los ángeles —que abre la tercera etapa; esto es, la surrealista— nace como consecuencia de una grave crisis personal y en el marco de la crisis estética general común entonces a todo el arte deOccidente. El clasicismo anterior salta deshecho y, aunque todavía el poeta recurra a formas métricas tradicionales, el versolibrismo irrumpe triunfante. Las características de este poemario son:
  1. Densidad de las imágenes,
  2. Violencia del verso,
  3. Creación de un mundo onírico e infernal.
Es, seguramente, el libro mayor del poeta, que prolongará sus tonos apocalípticos en Sermones y moradas, escrito entre 1929 y 1930, para cerrar el ciclo surreal con el humor de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929), en donde se recogieron poemas dedicados a los grandes cómicos del cine mudo.
La identificación de conducta privada y pública, que puede ser considerada un rasgo definidor del surrealismo, se traduce en Alberti en una toma de posición ideológica cercana al comunismo, que lo conduce al ámbito de la poesía política, cuya primera manifestación es la elegía cívica Con los zapatos puestos tengo que morir (1930). Con el establecimiento de la Segunda República Española (1931), Alberti se escora hacia las posiciones del marxismo. Los poemas de estos años serán recogidos en Consignas (1933), Un fantasma recorre Europa (1933), 13 bandas y 48 estrellas (1936), Nuestra diaria palabra (1936) y De un momento a otro (1937), en un conjunto que el autor llamaría El poeta en la calle (1938). Hay que añadir la elegía Verte y no verte (1935), dedicada a Ignacio Sánchez Mejías. El ciclo es desigual, pero hay logros notables.

Monumento a Rafael Alberti en laPlaza del Polvorista, en El Puerto de Santa María.
En el exilio, se inicia el último ciclo de Alberti. De la poesía no política cabe destacar Entre el clavel y la espada (1941); A la pintura (1948), retablo sobre los temas y figuras del arte pictórico; Retornos de lo vivo lejano (1952) y Oda marítima seguida de Baladas y canciones del Paraná (1953), vertebrados por el tema de la nostalgia, en los que el verso culto alterna con el neopopular, y con momentos de alta calidad, que reaparecen en Abierto a todas horas(1964) y en el primer libro «europeo», Roma, peligro para caminantes (1968). La última producción albertiana es muy copiosa, sin que falte el poeta erótico, como en Canciones para Altair (1988).
La obra dramática albertiana está integrada por El hombre deshabitado (1930), Fermín Galán (1931), De un momento a otro (1938-39), El trébol florido(1940), El adefesio (1944), La Gallarda (1944-45) y Noche de guerra en el Museo del Prado (1956), además de adaptaciones y algunas piezas cortas.

    POEMA DE LA MAR

    ANALISIS


    Resumen: El poeta sueña con el mar y pregunta a su padre por qué razón vinieron a la ciudad y abandonaron su pueblo marinero.

    Tema: Añoranza del mar (es decir, de su pueblo natal: El Puerto de Santa María, Cádiz).

    Comentario crítico: Este poema de Rafael Alberti (1902-1999) pertenece a su libro Marinero en tierra, publicado en 1924 y con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura. En esta obra Alberti presenta el mar como símbolo de pureza y libertad, lugar deseado y añorado al que quisiera regresar. Se trata de una oposición entre su infancia marinera y su juventud urbana, entre el mar y la ciudad.
    El poema objeto de comentario está formado por once versos de arte menor y rima asonante en á en el último verso de cada estrofa. Esta métrica irregular y las estructuras paralelísticas sitúan el libro en la línea neopopularista, de recuperación de la poesía de cancionero de los primeros años de la generación del 27, a la que el poeta perteneció como uno de sus miembros más activos. 

    EN PALABRAS DE ALBERTI...

    «Cuando apenas tenía quince años -ha escrito Alberti-, me arrancaron del mar, convirtiéndome para siempre, desde entonces, en un marinero de tierra [...] La nostalgia hecha espuma de aquel mar de mi infancia y años adolescentes se me va a ir convirtiendo poco a poco en canción.» El presente poema es uno de los más representativos de este sentimiento. Primeros versos simbolizan el mismo movimiento físico y, a la vez, mediante un sutilísimo artificio, expresan también algo más: el estado de incertidumbre y desasosiego del sujeto lírico. Como es sabido, el sustantivo mar tiene concordancia masculina en la lengua culta moderna, pero, como resultado de la vacilación de otros tiempos, pervive la concordancia femenina en el habla de los marineros y
    de las gentes del litoral. Alberti aprovecha, pues, la diferencia morfológica para expresar su estado de ánimo. Se trata de un dilema y de una elección. El sujeto lírico –aquí identificable con el poeta- duda: ¿es ya, después de todo, un hombre del interior que ha renunciado a sus raíces originarias? ¿Pertenece al mar -expresión de tierra adentro- o todavía debe sentirse vinculado a la mar, femenino cuya función es la de evocar las raíces gaditanas y, por tanto, la niñez perdida y las ilusiones truncadas? Este balanceo anímico se expresa mediante la alternancia morfológica del masculino y el femenino. El sujeto medita, contrasta, sopesa: «El mar. La mar. / El mar». No hay predominio de una forma sobre otra, ni interrogación; simplemente el vaivén de la duda, que acaba resolviéndose cuando, en el extremo del segundo verso, irrumpe con fuerza la decisión final, excluyente y recalcada por el tono exclamativo del enunciado: «¡Sólo la mar!» Definitivamente, el poeta es, como ya indica el título del libro, un «marinero en tierra», y su primera obra se nutrirá de la nostalgia de lo que fue y de lo que pudo haber sido.
    Una vez proclamado el apego a la raíz originaria, brota, como lógica consecuencia, el reproche: «¿Por qué me trajiste, padre, / a la ciudad? / ¿Por que me desenterraste / del mar?». En los cuatro versos se repite el motivo de los dos primeros. La contraposición entre la costa y el interior, expresada antes por la oposición masculino / femenino de mar, aparece ahora con nitidez en la alternancia ciudad / mar; cuyos elementos revelan, además, inequívocamente su correlación gracias a su posición equivalente -al final de sus respectivas secuencias- y con la ayuda de la rima que los une. Además, la conexión de estos cuatro versos con los dos primeros no se logra tan sólo por la reiteración de las nociones, sino por su ordenación análoga: el mar (concordancia «ciudadana» )-la mar (concordancia «marítima») / ciudad-mar. Hay una cuidadosísima composición. Pero esto no es todo. Alberti escribe «¿por qué me trajiste... ?». La elección del verbo denota la absoluta irresponsabilidad del sujeto, sometido a un proceso de desarraigo por la voluntad de quien, como padre, debe ser obedecido. La mención del padre al final del verso obedece a tres razones. La primera es biográfica; responde a una realidad y carece de interés poético. Las otras dos son de distinta naturaleza: por un lado, la mención del padre suscita la noción correlativa del «hijo», ser indefenso, todavía inmaduro, que ha sido arrancado de su ambiente por una voluntad impuesta; por otro, el sustantivo, colocado en el extremo del verso y entre dos pausas, alarga considerablemente el verso y, sobre todo, distancia más las nociones «traer» y «ciudad» -que ya se hallaban en versos distintos- y traduce así físicamente una distancia: la que existe entre la costa y el interior, entre la niñez recordada y la juventud actual, entre las ilusiones intactas y las renuncias y decepciones ya experimentadas.


     La metáfora «desenterrar del mar» sólo en apariencia es incongruente. Lo que se desentierra y se trasplanta son las raíces, y el mar originario -la mar- era la verdadera tierra del sujeto lírico. Se insiste de este modo en el arraigo marinero, y lo anecdótico queda desarticulado por la inversión del orden cronológico de los hechos -ya que primero se evoca el traslado a la ciudad y luego el alejamiento del mar- y porque todo se centra en una queja íntima sin el más leve asomo narrativo.
    «En sueños, la marejada / me tira del corazón. / Se lo quisiera llevar.» Se sueña lo que no se posee y, tal vez, lo que se desea. En conexión con las nociones marítimas anteriores, la marejada -con su acepción de «resaca, corriente que arrastra hacia el mar»- «tira del corazón». Es decir: la fuerza de los recuerdos del mar -y de lo que el mar representa en este mundo poético ya maduro-- arrastra los sentimientos y los afectos -que tradicionalmente hacemos residir en el corazón- hacia la infancia perdida. Pero no es más que sueño. La forma verbal en subjuntivo -quisiera- delata que se trata de algo irrealizable. De ahí que brote la tercera apelación al padre, reproche encubierto que reitera con mínimas variantes la primera pregunta del poema, de acuerdo con la técnica paralelística aprendida en los cancioneros, en la lírica tradicional y en poetas como Gil Vicente.
    Conclusión: El uso de un vocabulario sencillo, de exclamaciones, de repeticiones...  Alberti acierta con la forma idónea para expresar la nostalgia del mar, de ese mar conocido y vivido -el de su ciudad natal-, y que se convierte desde su obligado traslado a Madrid en un “paraíso perdido” que sueña recuperar.


    No comments:

    Post a Comment