Friday, May 23, 2014

LA NOVELA DE POSGUERRA (RESUMEN GENERAL)

LITERATURA DE POSGUERRA

La novela de posguerra

La Guerra Civil española rompe con toda la literatura anterior; los autores mueren o se exilian, siendo testigos de una gran desorientación en el panorama social, que llamará a la creación de un poeta solidario capaz de solucionar la situación de España con su poesía. Sin embargo, la novela que se desarrolló entre 1936 y 1939 o novela del exilio, fue mal conocida a causa de la censura impuesta por la dictadura; en cambio, esta situación no impidió a autores como Sénder y Réquiem por un sueño, Francisco Ayala con Muertes de perro, y Max Aub con El laberinto mágico, publicar obras basadas en la dictadura o en la vida en el campo, con gran influencia del realismo tradicional pero con ciertos ápices de experimentación. A medida que se acercaban los años 40, comenzaba a aparecer un nuevo estilo de novela denominado: "novela existencial", que se fue creando al finalizar la guerra o mismamente durante el propio exilio. Este tipo de novela no se desarrolló en autores que habían publicado antes de la guerra o a los que no les afectaba la dictadura, como es el caso de Wenceslao Fernández Flórez; pero si sacó los nuevos temas y estilos de autores como Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes, que escribieron La familia Pascual DuarteNada y La sombra del ciprés alargado, respectivamente. En el caso de Cela, mezcla la picaresca con el tremendismo, mientras que Laforet habla de la abulia de una generación. Del malestar de los años 40 y los personajes angustiados por su realidad social aparece la novela social de los años 50, como un método de crítica y denuncia social. Este nuevo concepto de novela huye de la censura con la ayuda del estilo directo y el personaje colectivo, que además incluyen temas como el campo (Los bravos de Luis Fernández Santos), la sociedad burguesa (Juego de manos de Juan Gayistolo), el trabajo (La central eléctrica de Luis Pacheco), el tema urbano (La Colmena de C. José Cela), y la guerra civil desde el punto de vista infantil y juvenil (Primera memoria de Ana María Matute). Con la llegada de los años 60 la novela social comenzaba a perder peso a causa del desgaste que provocaban sus temas y técnica; todo ello sumado a la llegada de la influencia de América Latina y el abandono de la narrativa social, que traían el innovador realismo mágico, en el que destacaron autores como: Gabriel García Márquez con Cien años de soledad y Mario Vargas Llosa con La ciudad y los perros. Esta situación dio lugar a la aparición de la novela experimental, que se dejaba influenciar por la novela social y los nuevos estilos renovadores, dando cuna a escritores como Luis Martín Santos (Tiempos de silencio), Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa) y Francisco Umbral (Mortal y rosa). Sin embargo, había autores como Torrente Ballester (La saga) y Miguel Delibes (Cinco horas con Mario), que habían empezado a innovar en estos términos, aportando la preocupación por el lenguaje, el espacio-tiempo y el estilo empleados. A pesar de las numerosas innovaciones que había ido incorporando la novela, hasta 1975 con la muerte de Franco, no comenzó a aflojar la censura, que cuando desapareció supuso la burla de la novela experimental y la creación de lanovela de los 80. En este campo literario aparecen autores como Eduardo Mendoza que crea una narrativa clásica e intrigante, como ocurre en La verdad sobre el caso Savolta; Juan José Millás con la creación de la metanovela en El desorden de tu nombre; Julio Llamazares que habla del proceso de enseñanza biográfico que concierne a un individuo, como presenta en Todas las almas; Eduardo Mendoza con su novela histórica donde recrea acontecimientos imaginarios y reales, como en La ciudad de los prodigios; y como la mejor de las innovaciones, la aparición de la crónica y la novela generacional que tratan temas del momento, como son: el franquismo, la democracia, la transición y los personajes contemporáneos.

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